Y así es como lo indican

Consulta hecha a la UFT Universidad Finis Terrae

La consulta:

El motivo de la presente, tiene por objeto poder develar ciertos parámetros que requiero esclarecer, para con la carrera de Derecho. Dada mi incapacidad de estudiar en forma diurna me acomoda, por sobremanera, que la impartan en forma vespertina; no obstante, las condiciones de postulación, procesos arancelarios y acierto contundente del producto a adquirir, me hacen consultarles tales condiciones.
Esperando obtener de ustedes una pronta respuesta, me despido,

Atte.
Héctor

El derecho a ser creativo

Señores Chile Ciudadano, por medio del presente escrito (el cual quedará como mi primer texto hacia sus dominios), he querido consultarles con respecto a un acto cometido en mi contra, con causal de muerte laboral. Perdonen si es que mis dichos no están en concordancia con el léxico formal, pero la situación en la que me vi envuelto y en la que pronto me volveré a ver, me hacen presentar el tema irrisoriamente, dentro de su gravedad.

El avance de las sociedades se está produciendo de una forma vertiginosa, y la aceleración está causando estragos en todos lo que nos hemos quedado a la zaga. La proyección del crecimiento en Internet no cesa de de avanzar y pronto estaremos en los albores concretos del “Mercaespacio”. No obstante, ese avance muchos no lo logran observar condicionando sus vidas y las de los demás, en un portentoso letargo; el cual, solamente, crea pérdidas sustanciales de supervivencia a quienes podemos indicar, más no hacer.

Me encontraba yo en una organización transnacional, comandada por personas inteligentes y de vastos conocimientos de su propio negocio. También, en la industria que me tocó laborar, se encuentran eruditos de las finanzas y del negocio de las inversiones. Las actividades que me tocó realizar, estuvieron enmarcadas en el área de operaciones y de allí que logré observar como se desplazaría, en el futuro, la organización que me estaba entregando el cobijo y resguardo de la inclemente cesantía.

Siendo de esa forma mi pensar y sentir me dediqué a entregarles, de mi particular conocimiento, visiones para un futuro el cual, si yo no aportaba, podía convertirse en monótono y claro candidato a la extinción. Siendo, sea dicho de paso, que desde el departamento de RR.HH. se nos conminaba y alentaba a ser partes de nuestro desarrollo y bienestar familiar, procurando tener una actitud emprendedora con nuestras actividades.

Imagínense ustedes a un profesional de las comunicaciones, siendo llamado a participar en el desarrollo del negocio y, con claras posibilidades de ser destacado entre sus pares. Para mí fue un llamado personal que se me instaló en lo más alto de las prioridades, tanto para con mi seno familiar, como para el garante de mis actividades laborales.

Se me ocurrió un nombre para el futuro virtual de mi organización y, a modo de resguardo, lo inscribí en nic.cl, Al no recibir respuestas de mis superiores, con respecto a la situación que se me presentaba, para mediar la denominación electrónica, escribí un correo al abogado mediador declarando mi participación y motivación en los hechos. Luego de unos interrogatorios (superior directo) y llamados de atención (gerente de la organización rectora) fui despedido bajo el artículo 161 y el nombre de domino pasó a formar parte de la Organización.

La pregunta entonces es: ¿Un ciudadano, profesional, que prestó servicios en una empresa financiera -tratado siempre como administrativo- no puede tener una defensa póstuma para dejar en evidencia, hoy, el alcance de sus dichos. Los que fueron acallados por la indolencia de los mandos aletargadores; los cuales, nuevamente, están siendo avisados por mi derecho a ser creativo. Apelando, obviamente, a su propio slogan “El valor de la ideas”.

Sorry por lo ambiguo.